lunes, 22 de diciembre de 2014

El diario del padre de Pilar. Capítulo 8 y Final.



     
Cena en casa de Bonilla.


“    Nunca me he considerado comunista en el más estricto sentido de la palabras. Soy, tengo y siempre tendré ideas socialistas pero no milité ni milito en ningún partido. No obstante, cuando el Socorro Rojo Internacional, la organización del partido comunista, lanzó su S.O.S para ayudar a España bajo el lema de ” si no podemos ayudarles con arma lo haremos con nuestra sangre”  no lo pensé mucho y allá que fui.
      No sabía mucho de España, tan solo que la comunidad internacional no hacía nada, que el ejército republicano necesitaba gente, que la república peligraba y que el fascismo avanzaba ayudado por el nazismo y Europa no se quería enterar.
      El ejército republicano no tenía gente suficiente , la mitad de sus militares se habían pasado a servir a Franco, Inglaterra se negaba a venderles armas, Francia miraba para otro lado mientras  Hitler y Mussolini apoyaban a Franco. 
      Partí a París junto con otros belgas para ofrecerme como voluntario, de allí a Marsella para llegar en barco a Barcelona . 150 voluntarios de nacionalidades diferentes que fuimos recibidos en Barcelona con los brazos abiertos al igual que en Valencia.  De allí a Albacete para entrenarnos, muchos voluntarios no habían hecho el servicio militar en sus países y después a Madrid, al frente, tres semanas más tarde de nuestra llegada. En Madrid vi morir por vez primera a camaradas, aprendí el dicho de que la bala que mata esa no la oyes venir y yo estaba dispuesto a morir para liberar a un pueblo y a Europa del fascismo y del nazismo, lo que no sabía y no contaba con ello era encontrar el amor en el frente de Teruel como así pasó.......”

Así comienza el diario de Robert Lefferink, el padre de Pilar y que la revista a Media Voz no ha podido publicar debido a la censura aunque esa primera página no haya sido elegida para abrir la serie. A Asunción le cuesta asimilarlo, la negativa les acaba de llegar. Si se atreven a publicar se cierra la revista para siempre, asi de claros han sido en la misiva que les ha llegado.  

-        Sabíamos que era muy difícil Asun que la censura no nos dejaría publicar el diario al menos que lo reescribiéramos nosotros y lo situasemos en otro país . No se trata de un texto escrito por nosotros entre líneas, se trata de los recuerdos y vivencias de alguien que lo ha vivido y que lo ha escrito en un país en el que si hay libertad de expresión.
-        Ya lo sé Julio y te agradezco que lo intentaras. Ya ves sigo siendo una ilusa, sigo creyendo que las cosas están cambiando en España, pese al consejo de guerra que ha tenido lugar, yo me hago ilusiones con una apertura pero no, nada cambia y a este paso nada cambiará nunca.
-        La historia de los dos hermanos que se encuentran por fin si te la han aceptado, algo es algo.
-        Cambiando los años de la guerra y posguerra por la inmigración claro. No estoy orgullosa de ello y no les puedo hacer eso a Pilar y a Miguel. No lo vamos a publicar tampoco. Como me llamo Asunción Muñoz que algún día publicaremos la historia y el diario.
-        Estoy seguro Asun, estoy seguro. La revista pierde este caso pero la agencia de tu marido y Bonilla pueden celebrar y bien en alto el cierre del caso. La búsqueda de Miguel ha terminado y con éxito. Vete a casa, no le des más vuelta al asunto, se ha intentado, hemos perdido esta batalla pero alegra la cara y ponte guapa para la cena de esta noche en casa de Bonilla. Nos vemos allí.

Bruselas 28 de febrero de 1974

Queridos amigos,
Supongo que Bonilla ya os habrá contado todo y para vosotros, para el despacho, quizá sea un caso más, un caso cerrado y con éxito pero para mí ha sido toda una revelación, creo que creo en los milagros. Sí, ha sido un milagro el poder haber conocido a Miguel, un milagro el haber podido entregarle las carta y brindarme su amistad, amistad que recibo como un último regalo de mi padre y no me olvido del otro milagro , el milagro de haberos conocidos a vosotros, a las chicas, a Bonilla, a Vallejos a todos. Jamás encontraré las palabras adecuadas para agradeceros vuestra ayuda y apoyo por muchas veces que os diga Gracias de todo corazón.
Cuando llegamos a Bruselas confieso que, pese a todos los indicios y datos que nos traíamos de Madrid, no me esperaba nada y así, sin hacerme ningún tipo de ilusión acompañé a Bonilla al despacho de Ten Cate. La verdad es que Maarten, el nombre de pila de Ten Cate, me sorprendió gratamente, por su juventud y por las diligencias que había hecho nada más ponerle Bonilla en antecedentes. Había contactado con un colega alemán que se encargaría de dar con la residencia donde se encontraba Rogelio.Afortunadamente solo había tres en la misma ciudad, según le dijo, asi que si no estaba en la pública probaría en la católica porque en la protestante viniendo de España no le hacía . Minutos antes de despedirnos sonó el teléfono, sin saber porqué me paré en seco y le dije a Bonilla que me pellizcara, no me podía creer que dieran con él tan rápidamente pero sí, era su colega  con una dirección para nosotros. Bonilla y Maarten decidieron acercarse esa misma tarde a Aquisgrán  y quedamos en que me llamarían a casa de mi abuela, como hicieron algunas horas más tarde . Buena suerte dentro de la mala suerte dice un dicho flamenco y eso es lo que tuvieron. Rogelio había fallecido la noche anterior  y Miguel se encontraba allí arreglando lo del entierro. No hablaron con él en ese momento, un empleado les dijo que le podían encontrar en la parroquia del Sagrado Corazón que era donde decía misa o en la vivienda de la diócesis justo al lado de la iglesia. Mi medio hermano era sacerdote y ya estaba localizado ¡increíble!. (Tengo que deciros, que ahora que ya le conozco y he hablado mucho con él, que un poco rojo si que es y que me cae muy bien). Maarten y Bonilla se quedaron hasta el día del entierro y allí pudieron conocer a Guillermo con ayuda de Miguel .Mi hermano se interesó mucho en la historia que tenían que contarle los dos detectives, cuando estos hablaron con él en la parroquia de la que era cura. Miguel no había olvidado a su abuela, ni lo que esta le decía de su madre y de su padre, le enseñaba las pocos fotos que tenían de los tres juntos, las fotos de ellos dos solos en el pueblo y hasta el día de su muerte le habló de su madre. No lo pasó bien con su tío Rogelio, tenía un caracter muy agresivo pero tuvo que vivir con él hasta los 18 años. Su tía por lo contrario era todo dulzura pese a lo mal que la trataba Rogelio. Su tío no quería oir mencionar a su madre y aunque algo que oyó decir a Guillermo, una semana antes de la muerte de Rogelio, le inquietó bastante no podía sospechar que su tío la hubiese encontrado y engañado a su abuela.
Ya sabréis por Bonilla, que una vez que nos conocimos fuimos los dos juntos a casa de Guillermo en Lieja y este, al verme, creyó que estaba viendo a un fantasma. Nos confesó lo que había pasado y juró que solo querían asustarla, que nunca tuvieron intención de matarla.
 El caso de mi madre se ha reabierto y solo Guillermo paga por ello, Rogelio, quien lo planeó todo se fue de este mundo sin tan siquiera arrepentirse de lo que hiciera.
Queridos amigos, dentros de unos días veré de nuevo a Bonilla y a Matilde. No queremos estropearles el viaje asi que les hemos invitado solo un día a comer en casa de mi abuela, con mi tío, Miguel y Maarten .
Espero noticias vuestras muy pronto. Besos y abrazos .

Pilar.

Pd. El sobre que adjunto es para las chicas, favor de dárselo. Gracias.


-      ¿ Estás lista cariño? – oye decir a su espalda
-        Sí, si ya estoy. Perdona es que me he entretenido releyendo la carta de Pilar y recordando la llamada de Miguel. ¿ Nos vamos?
-     ¿ Te encuentras mejor?
-      Si te refieres a si se me ha pasado el berrinche no, no se me ha pasado pero vosotros no tenéis la culpa de que en este país exista una censura que no deja que la verdad salga a la luz.
-    Sabes que puedes contar conmigo y que tienes todo mi apoyo pero no me prives de tu maravillosa sonrisa por mucho tiempo. No te olvides tampoco que en algunas ocasiones nos han obligado a que nos olvidaramos de algunos casos si no queríamos perder la licencia, por no hablar de mi época de comisario y del caso que me costó el puesto.
-   Perdóname cariño, a veces soy una egoista pero me indigna que no podamos ejercer nuestra profesión con entera libertad. Te prometo que pondré mi mejor cara durante la cena y no estropearé vuestra celebración.
- Esa es mi niña – afirma Héctor besando a su mujer antes de ayudarle a ponerse el abrigo.

De camino a casa de Bonilla,  Héctor por su parte, recuerda la euforia de Bonilla cuando este regresó de Bruselas días más tarde de acompañar a Pilar.

-        Socio, ya somos una agencia internacional con renombre. 

Aunque un tanto exagerado en parte tenía razón. No era la primera vez que recurrían a detectives de otros países pero esta vez, al ser un caso que surgió durante el congreso y al intervenir Ten Cate y Krüger el caso es conocido.
A la cena se sumaron Julio,  Vallejo y su mujer asi como Aurelia y Gustavo . Todos ellos habían colaborado de una forma u otra,  brindaban por el éxito del caso y su repercusión.

-        ¿ Qué es lo que oyó Miguel exactamente?  – comentó Laurita antes de brindar
-        ¿“ No tendríamos que confesarle a Miguel lo de su madre”?, eso es lo que oyó el día en que la directora de la residencia le avisó de que su tío había empeorado. Coincidió con que Guillermo estaba con él y la puerta de la habitación estaba abierta. Antes de entrar le oyó decir esas palabras y su tío no respondió , realmente no podía responder, ya casi ni articulaba palabra pero es que cuando hablaba solo recordaba cosas de su infancia. Al finalizar la visita Miguel le preguntó a Guillermo si no tenía algo que contar y este dijo que no, que se refería a algo que pasó cuando eran pequeños y que no tenía importancia pero él se quedó con la mosca detrás de la oreja.
-        ¿ Y cómo podía estar tan seguro que su tío murió sin haberse arrepentido de lo que hizo? – volvió a preguntar Laura.
-        Cuando él y Pilar visitaron a Guillermo – dijo Matilde.
-        Exacto. Cuando nosotros vimos a Miguel nos dimos cuenta de que no había duda, él y Pilar eran hermanos, se parecían bastante,  los dos tienen el mismo pelo rizado y curiosamente el mismo lunar en el óbulo de la oreja derecha como tenía Rosario, algo que Pilar había oído más de mil veces decir a su abuela. No es de extrañar que Guillermo, al verlos juntos se derrumbara y contara lo que había pasado.
Miguel y Mercedes, la mujer de Rogelio, todavía estaban en España, en casa de los padres de ella, cuando él se presentó en su casa. Le dijo que tenía que resolver un asunto antes de presentarse en Alemania, a la dirección que Santiago le había dado. Le contó que Rosario vivía en Bruselas y que no paraba de buscar a Miguel y él no estaba dispuesto a ello “por encima de mi cadaver, este niño no va a parar a un nido de rojos mientras yo viva” le dijo. La inquina que siempre le había tenido a Miguel padre se acrecentó cuando el empezó a sentir algo por su prima pero esta le rechazó por completo. Interceptó toda la correspondencia que le llegaba de Rosario y le dijo a su tía que a su hija la había dado por desaparecida en el frente del Ebro. Guillermo repetía hasta la saciedad que solo querían asustarla. Visto que no se daba por vencida cuando le echaron el sobre con las cartas acompañado de la nota y de que había ido a la embajada de España, decidieron observarla durante unos días y pensar en otra forma para intimidarla.  Lo de la bicicleta, después de ver que tenía la costumbre de no meterla en el patio de la casa, vino por si solo. Les pareció lo más fácil de hacer y aprovechando que Robert y ella habían salido con la niña, limaron los piñones del mecanismo de la cadena. Si todo salía como esperaban, al día siguiente, cuando cogiera la bicicleta para ir al mercado, la cadena se tenía que salir y la obligaría a bajarse, momento que Guillermo aprovecharía para dejarla en la cesta que llevaba otra nota recordándola que se olvidara de Miguel o el siguiente percance podría ser peor. La mala suerte hizo que se cayera y se diese el golpe que le costó la vida. Ellos lo vieron pues la seguían y Rogelio solo dijo, al ver que no se levantaba, que lo sentía pero que muerto el perro se acabó la rabia. Rogelio partió al día siguiente para Alemania, obtuvo el trabajo y cuando consiguió una vivienda compró los billetes para que Miguel y Mercedes se reunieran con él. Mercedes nunca supo nada, ni tan siquiera sabía que su marido interceptaba las cartas. Al morir Mercedes, Miguel ingresó en el seminario y se independizó por completo de Rogelio. El trató varias veces de confesar lo que había pasado pues le remordía la conciencia pero Rogelio le disuadía, si confesaba iría a la cárcel le decía, como ha ido pero al menos, como él dice, se ha quitado ese peso de encima y se arrepiente de no haberlo hecho antes.
-        Se te olvida comentar que Rogelio era un redomado falangista. Si no hubiera caído enfermo se hubiera ido con la división azul como nos dijo Santiago. Este no tenía ni idea de lo que Guillermo y Rogelio habían hecho en Bruselas y él también creía que Rosario había muerto en el frente del Ebro – comenta Asunción que recuerda lo que Santiago les había contado.
-        Y eso explica el que se tomara la educación de Miguel como algo personal. Mientras Rosario y Robert luchaban en la resistencia contra el fascismo, él no pudo luchar para aplastar a los comunistas por culpa de una pulmonía y através de Miguel pensó que luchaba contra ellos y hacía una buena obra - apunta Héctor.
-        Ojalá algún día se pueda hablar libremente de todo esto en España – dice Vallejo- ahora brindemos por un caso bien acabado.
-        Ojalá no haya más condenados a garrote por un tribunal de guerra – comentó Gustavo recordando sus años de militar y la reciente ejecución de Puig.
-        Y porque ojalá algún día se pueda publicar el diario íntegro y sin miedo a la censura.
-        Amén Julio- dijo Asunción.
-        Por todo ello y también por un posible romance, si no me equivoco, el de Pilar y Maarten – dice Bonilla.
-        Todavía es muy pronto para eso Bonilla – comenta Asunción- pero es verdad que parece que le gusta mucho el detective belga a Pilar.

Después de los brindes Héctor y Asunción regresaron a casa. María y Daniel ya dormían desde hacía ahora y ellos también se fueron derechos a la cama.

-        ¿ Crees que alguna vez llegaremos a conocer la democracia en España? – pregunta Asunción al rato de haberse acostado sin poder conciliar el sueño, encendiendo la luz sentándose en la cama.
-        Seguro que sí cariño, ya verás como algún día podrás escribir lo que quieras sin pensar en la censura - contesta Héctor medio dormido
-        No lo digo  ya por mi, ni por el diario, lo digo por nuestros hijos, me gustaría que pudieran crecer en un estado de derecho que haya sido capaz de superar el pasado.
-        Esperemos que sea así – responde Héctor  recostándose en la almohada en vista de que su mujer tiene ganas de hablar-  hagamos como Pilar, creamos que los milagros existen ¿vale? Y ahora mi amor, como no podemos cambiar el estado de nuestra nación desde esta cama, te propongo que me dejes cambiar tu estado de ánimo con lo que tengo en mente, además ya sabes lo que dicen, después de hacer el amor se duerme mejor
-        ¿ No estabas muy cansado y querias dormir directamente?
-        Estaba pero tu me has desvelado .

Asunción apaga la luz, se vuelve a acostar y deja hacer a su marido, sabe que en el fondo tiene mucha razón,  esta noche no pueden cambiar nada y algunas cosas no quiere que cambien,  como el amor que siente por su familia y lo feliz que duerme en los brazos de su marido después de hacer el amor.

Fin





      










2 comentarios:

  1. Fantástico colofon final para un gran relato.... gracias de corazón guapa...!!!!!

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  2. Me ha encantado el relato, gracias guapa....

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